Mientras medio país estaba en el lado luso de la península ibérica y el otro medio intentando discernir a quién castigar más a través de una urna, nosotros buscábamos un lugar en el que poder tomar un vino y una tapita. Poniendo dirección Antequera llegamos, como no, a calle Calzada a ver a Charo y su “Arte de Tapas”.
Entre nubes y claros, lluvia y procesión, la tranquilidad se respiraba en la zona de tapas del encantador hostal antequerano. La jefa no estaba, pero seguro que salió tranquila porque dejó al cuidado de la casa, a un equipo de profesionales de los que sentirse satisfecha.
Jesús nos recibió con una sonrisa y el agrado malagueño, que como siempre hace sentir al cliente como en familia. En esta ocasión no degustamos un vino malagueño, teniendo en cuenta que para tapear siempre están los riojas o los riberas, Jesús nos ofreció un Campo de Borja, coupage de garnacha y syrah, bastante aceptable.
Pero al ir citando las tapas llegamos a la parte donde quieres probarlas todas... había que decidirse, de nuevo nos dejamos guiar y aconsejar por el versado en la materia. Un insólito aperitivo de bienvenida nos sorprende: Mortadela de Chivo con Salsa de Cilantro, cuanto menos peculiar y sabroso. Seguimos con una suave Pasta de Queso de Cabra Malagueña, y tengo que dar toda la razón a los antiguos griegos cuando decían que era “un regalo de los dioses”. Esta pasta estaba presentada en un tarrito de cristal acompañado de mini biscottes. Cubría el queso una fina capa de mermelada que hacía una combinación perfecta entre la acidez del queso fresco y el dulzor de la fruta confitada.
En esta Casa se hace todo artesanal, como se hacía “toda la vida”. Una parte importante de nuestra cultura, aunque llamada a desaparecer, es la matanza del cerdo y Charo siguiendo esta tradición en sus platos, prepara las siguientes tapas que tomamos: “hamburguesa de la prueba del chorizo de matanza con cebolla caramelizada ” y “carne de la prueba del salchichón con catsup casero”, envueltos en papel de estraza, dos bocados distintos y deliciosos.
Jesús y su madre, que también trabaja en “Arte de Tapas” nos animan a una agradable conversación, así pudimos saber que la procesión que estaba prevista se tuvo que cancelar por la lluvia, lo curioso es que se procesionaba al patrón de Antequera El Cristo de la Salud y las Aguas, paradojas de la vida.
Entre la amena charla y el buen vino, llegaron las últimas tapas “chuletitas de conejo”, “jibia con arroz negro” y “bobina de langostino”. Imaginad una sencilla chuletita de conejo hecha arte o la jibia en salsa de siempre con el toque exótico del arroz negro. Y la envoltura crujiente y delicada del langostino, en su punto, una delicia.
Daba pereza terminar una noche como esa y más indolencia aún, el camino de regreso.
Igual la próxima vez lo que toca es probar los aposentos de la parte de arriba para así poder ver la mañana luminosa antequerana y de paso que nos sorprendan con un desayuno árabe, sefardí o andalusí, siempre con el buen hacer de Charo y su gente.
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