Las listas de los partidos políticos ya están definidas y vamos conociendo a sus integrantes.
La paridad en las listas no es obligatorio, aunque sí podría ser necesario y conveniente. Pero quizás lo más llamativo, no es que los partidos políticos lleven en sus listas el mismo número de hombres que de mujeres, lo realmente interesante son los nombres propios de sus simpatizantes, no sabemos si también votantes.
Un partido que se vanagloria de igualitario, solidario, obrero, amén de izquierdas, tiene entre sus fans a las más famosas y peculiares, reinas del papel cuché.
Ni Carolina Bescansa cuidando de su hijo en el Parlamento, ni la juventud y el desparpajo de Teresa Jiménez, pueden con el encanto arrollador de las damas que colman las revistas y programas del corazón, por supuesto nada relacionado con sanidad, pero que hablan del partido o se relacionan con sus integrantes, por muy descabellado que pueda parecer.
Carmen Lomana, de profesión coleccionista de alta costura y amiga del inconmensurable cofundador de Podemos, llenó páginas por su relación con Monedero, quizás atraída por su nombre o entusiasmada por entrar en política, aunque luego militara con Vox, que no parece muy cercano ideológicamente con el partido de su amigo Monedero.
Ahora es la mismísima Preysler la que ha dicho que le gusta Errejón, the kid, pero sólo su inteligencia, no nos asustemos que todavía tiene que enterrar al bueno de Gabriel.
En un programa de TVE, un grupo de “excelentes” periodistas, preguntan a la Premio Nobel consorte, que si al igual que la "extraordinaria cronista" Rosa Villacastín, se encuentra atraída por el miembro de Podemos. La mujer en pleno éxtasis amoroso, dijo que el muchacho le resultaba inteligente, pero que no le veía otro atractivo, ni sabía cómo podía haber alguien que lo viera. Ella está acostumbrada a personas más glamurosas, al parecer.
Dejando a un lado lo poco interesante de unas elecciones generales que parece resultarles, a estas señoras les trae al pairo quien gobierne este país, ellas siempre tendrán un bonito y caro vestido, una bonita sonrisa, una piel super estirada y un buen hombre que las cuide, imprescindible que tengan elevado poder adquisitivo.
Y mientras que Pablo Iglesias se desgañita alabando las bonanzas de un posible gobierno de Podemos, Íñigo Errejón pone la nota moderada a la agrupación morada y Juan Carlos Monedero intenta caer simpático sin mucho éxito, las mujeres de Podemos hacen lo que pueden por llamar la atención con sus acciones, sin conseguirlo.
Aunque critiquen en los demás que no cumplan con la paridad en las listas, la conciliación familiar, la igualdad de género, el encasillamiento político, el patriarcado gubernamental, lo cierto es que tendrán que poner mucho empeño para que los destellos de sus admiradoras no obnubilen a los votantes y dejen al partido sin brillo y al líder sin luz propia.
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