No sé qué fue antes, si el aprovechamiento de Montoro para expresar su amor por su partido o la premura de su partido por comenzar la campaña electoral.
La cuestión es que las dos actividades se pueden considerar preelectorales y de vital importancia.
Por un lado tenemos la brillante entrevista que Montoro concedió al diario El Mundo, donde pudimos leer a un exultante ministro hablando de su grandioso partido, aunque “haya algunos compañeros suyos que se avergüenzan de pertenecer a él”. También reconoció que su carrera política tiene su influencia en lo que ahora llama “alguien que se dedica al business”, sin embargo le vino muy bien que su benefactor, el gran Aznar, le diera su confianza, impulsando su futuro como ministro de España.
La antipatía que provocan sus apariciones, con frases cargadas de mordacidad y cinismo, se iguala con la estupefacción que producen sus declaraciones, la última habla de que la gente ahora está viviendo mejor, gracias a que hay más recaudación de IVA y de pago fraccionado a las pymes. ¡Brillante!
Lo del IVA cultural es sólo presión de Europa para subir la coca-cola y las palomitas, no lo hizo con intención de fastidiar al gremio ni a los usuarios de la cultura en España, quizás porque no sabía, por mucho que él diga que sabe todo lo que pasa en la calle, que a los españolitos les gusta ir al cine, al teatro, a conciertos, incluso a la ópera ¡que cosas!.
El ministro tacha las alocuciones de Margallo de “arrogancia intelectual”, sin darse cuenta que solo de pensar así ya es pura arrogancia, algo que por supuesto todos sabemos del señor ministro.
Mientras el ministro de hacienda arremetía contra todos y contra todo en el Parlamento, como si de su villa siciliana se tratase, el partido del gobierno mostraba un video promocional preelectoral.
A bombo y platillo y con unos invitados de postín, se exhibía un corto donde se mostraba, en forma de metáfora, a una España moribunda camino del quirófano. Es cuanto menos cómico, que un gobierno que ha recortado hasta la vergüenza en sanidad, tome como inspiración para decir al “conjunto de la nación” que su política ha conseguido salvar al país de la muerte económica y social . ¿Pero es de muerte de lo que estamos hablando? Porque igual muerta no está nuestra querida España, pero agonizando sí que lleva varios años.
Y ahí estaban, en el vestíbulo del Parlamento, terminando la jornada laboral antes de hora y con unas cañas de acompañamiento, para regodearse en su buen hacer con los recortes, con el desempleo, con la corrupción y por lo bien que lo hacen para engañar a tantas personas. ¡Va por ellos!
La foto es de aquí.
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